¡Nos vamos de paseo por Navarra! ¡Descubrela!

La Selva de Irati

Es el bosque más grande de Europa, después de la Selva negra alemana. Los valles Aezkoa y Salazar están cubiertos por hayedos y abetos. De ahí salió la madera para hacer el palacio de Olite, la catedral de tudela, o los mástiles que utiliza la armada.

Con más de 20 miradores a lo largo de los senderos, la selva de irati es uno de los bosques más bonitos e impresionantes.

Roncesvalles

En Roncesvalles todo gira en torno al pasado. Desde la gran gesta de Roland, hasta la casi milenaria puerta de entrada de los peregrinos que se dirigían a Santiago desde cualquier punto de Europa. El antiguo hospital, que hoy es albergue de peregrinos, y la Casa de los Beneficiados, que hoy es un hotel.

¡El tiempo parece haberse detenido !

El Valle de Baztán

Uno de los caminos mas cortos para ir de Roscenvalles hasta el valle del Baztán, implica atravesar tierras francesas. Antes de llegar a Elizondo, capital de los 15 pueblos que componen el Valle, hay que detenerse en Arizkun, para visitar el Parque/Museo de Santxotena. Los 8.000 habitantes del valle son ‘hidalgos’ por derecho de nacimiento, privilegio concedido por el Sancho el Fuerte en el siglo XIII, tras vencer en la Batalla de las Navas de Tolosa con la inestimable ayuda de los caballeros baztaneses. El señorío de sus pueblos, las casas de piedra con flores, los famosos quesos de Idiazábal o el chocolate de Elizondo son algunos de los atractivos de la zona, que ha sido considerado como la Suiza navarra.

Zugarramurdi

Con poco más de 200 habitantes, pero es conocido como el Pueblo de las Brujas. Más allá de la leyenda, se encuentra uno aquí una espléndida cueva, que más parece un gigantesco túnel con palcos, en los que las mujeres del pueblo solían reunirse en el siglo XVII mientras sus maridos pasaban meses faenando en el mar. Treinta y una de esas mujeres fueron acusadas de brujería por la Inquisición y muchas de ellas fueron injustamente quemadas en la hoguera. La gente acude en masa ahora a esta cueva para conocer con asombro la auténtica historia de aquellas brujas que, según dicen, eran poco más que comadronas aficionadas a las hierbas curativas y que se entregaban ocasionalmente a antiguos ritos paganos de fertilidad.

Estella

Es hija del Camino de Santiago. Antes sólo había un pequeño poblado vascón llamado Lizarra (fresno), pero el inicio del peregrinaje transformó el enclave en un centro de aprovisionamiento y descanso, que creció por metástasis a partir del siglo IX. Recorrer esas estrechas calles, jalonadas de casonas y palacios y llenas de peregrinos a cualquier hora del día, nos muestra el vigor histórico de este pueblo románico.

El Castillo de Olite

Olite fue originalmente una fortaleza en tierras llanas. Carlos III de Navarra, que había pasado parte de su infancia allí, decidió a finales del siglo XIV construir un castillo-palacio para su mujer. También serviría después de refugio a su hija Blanca, tras quedar viuda en Sicilia, y más tarde al Príncipe de Viana, que se educó allí. Su recorrido deja a todo el mundo con la boca abierta.

Las Bardenas Reales

Por no faltarle de nada, Navarra también cuenta con un desierto de montañas en las que la erosión ha dibujado mil figuras caprichosas. A pocos kilómetros de Tudela o de Olite, Las Bardenas Reales extienden su museo de esculturas naturales una len una llanura seca y árida, que, sin embargo, está llena de sorpresas y encanto.

Ujue

Uno de los pueblos medievales de navarra, un laberinto de calles y casas empedradas, declarado monumento nacional.

¡De paseo por navarra!

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